El pasado 17/7, el grupo ecologista Guelaya-Ecologistas en Acción hizo públicas las alegaciones presentadas el 30/6 ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, y señala que el meollo de la postura de la CHG ante nuestro río se resume en este terrible párrafo: “El cauce de la masa de agua del río de Oro y sus afluentes se han visto alterados morfológicamente debido a la canalización del mismo y a la modificación de su trazado original cerca de la desembocadura. Esto ha provocado la pérdida de naturalidad de los cauces y de los ecosistemas originarios propios de estos hábitats. Otro problema que incide sobre estas aguas es la acumulación de residuos sólidos procedentes de poblaciones cercanas.” Tal párrafo se vincula al deseo, muchas veces expresado latente o patentemente, de la CHG de hormigonar el río, lo cual supondría un auténtico desastre ecológico per se y por la repercusión que tendría en flora y fauna que necesitan ese hábitat.
¿Que hay residuos? Cierto. Con las riadas vienen, pero este año que apenas ha llovido se ha demostrado que los residuos son vertidos por los propios ciudadanos ante la pasividad de las autoridades, y no es de extrañar porque nuestra ciudad no brilla por su limpieza. Imagínense si no limpian su acera en 9 meses qué pasaría…

Hay muchas más…
¿Que los cauces han perdido su naturidad? Normal. La política seguida hasta ahora con el mismo no es la más adecuada, ni mucho menos. Es una política que en nada protege la masa de agua ni el entorno natural, ni su fauna ni flora…sino todo lo contrario: más que estar realizada por una entidad que cuida, parece provenir de una promotora cuyo fin es llenar de cemento y, para justificar ese fin, lo deja abandonado a la suciedad. Si no, mirad las siguientes imágenes.

Garza perpleja…¿Quién no?

Buenas capas de cemento, que dure…
Y es una pena, y si vamos más lejos hasta un delito (teniendo en cuenta que, como parte de Europa, la legislación protege a nuestras aves y su hábitat). Además la mayoría de las aves que viven o pasan por el río son parte de nuestro patrimonio y es nuestro deber protegerlas. Lamentablemente somos una de las ciudades de España con menor superficie ZEPA (zona de especial protección para las aves). Y eso es responsabilidad de nuestros políticos, porque según la Directiva 79/409/CEE relativa a la conservación de las aves silvestres es a las administraciones públicas a las que compete el proteger la preservación, mantenimiento y restablecimiento de los biotopos y hábitats de las mismas (Art. 3 y 4). En vez de hacer su trabajo callan, miran hacia otro lado o se lavan las manos. ¿Y el río? Cada vez más desnaturalizado, a punto de perder su nombre y su identidad. Y con ello la vida de toda la fauna y flora a la que alimenta. Y de nosotros porque, sea como sea, es nuestro río y forma parte de nuestra historia como pueblo.
Ante todo esto, ¿ porqué los que tanto mandan no se hacen ciertas preguntas de perogrullo…y las responden?
2.¿No será más lógico mantener a un grupo de profesionales al cargo del entorno y su vigilancia, generando así empleo en una ciudad con más del 35% de la población en paro?
4.¿No será mejor que la inversión recaiga sobre la creación de rutas educativas que ayuden a conocer el río?
5.¿No será mejor conservar los pocos entornos naturales que nos quedan en Melilla después de tantos años de política del cemento?
Porque como ya hemos dado muestras en muchas ocasiones, en nuestro río hay vida y belleza.

Lechuza común (Tyto alba)

Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus)

Garza Real (Ardea cinerea)

Gallineta de agua (Gallinula chloropus)

Galápago (Mauremys leprosa)

Cernicalo (Falco tinnunculus)

Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides)

Bulbul naranjero (Picnonotus barbatus)

Abejaruco (Merops apiaster)
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